La gestión del sector minero durante este gobierno ha sido pésima, y se ha acentuado en los últimos meses con el nombramiento de altos funcionarios sin el perfil o experiencia para el cargo que han asumido.
Mientras esto ocurre los conflictos sociales y otros problemas que se tienen que resolver en el Sector (gasoducto del Sur, refinería de Paita, La Oroya y Cobriza, formalización de la pequeña minería etc.) siguen sin siquiera analizarse.
La primera ministra es una conocida activista que se autocalifica como defensora de los derechos humanos y ha estado siempre en contra de lo que se denomina “la criminalización de la protesta”. Su posición en los diferentes conflictos recientes, al que acudió en compañía del Ministro y del Vice Ministro del Sector, siempre fue por el no restablecimiento del orden público. Su papel ha estado muy lejos de la reacción por ejemplo del primer ministro australiano, que en el caso Djokovic declaró tajantemente “las reglas son las reglas y no hay casos especiales”. Expresión muy similar a la que utilizaba la señora Merkel “la ley se cumple o se cumple”.
Es obvio que los objetivos personales de la señora Vásquez están en alcanzar algún premio internacional, como la Nobel Rigoberta Menchú o al menos un “Príncipe de Asturias” o “Embajadora de Buena Voluntad” y le importa poco el deterioro institucional del país. Ella sonríe cuando simplonamente la califican como “anti-minera”. Porque lo que ella solo busca es atraer la condena internacional hacia el sector minero peruano, objetivo por el que ha trabajado durante muchísimos años.
A nuestro ministro de economía también le importa poco lo mal calificado que está por sus colegas (“Si no fuera por este gobierno, alguien con las calificaciones de Pedro Francke nunca hubiera ocupado el cargo“– Miguel Palomino), la nula inversión privada este año, las expectativas empresariales tan pesimistas etc. El siempre fue “mono-temático” y su tema era subir los impuestos a las empresas mineras. Para su “mala suerte” Chile analizó esa posibilidad durante el primer semestre del 2021 y se publicaron varios estudios comparativos que mostraban que nuestro país tenía una carga superior a la chilena y a la de otros países mineros. Ante la paralización de algunas minas, comentaristas amigos de Francke publicaron las bondades de Codelco, la empresa minera estatal chilena; días antes que saltara el escándalo de la licitación de biocombustibles de Petroperu!
En medio de esto el MINEM ni siquiera ha calculado cuanto se reducen los ingresos fiscales por cada día de paralización. Se estima que por cada 100,000 toneladas de cobre que se dejan de producir (Las Bambas por ejemplo o Tía María si operase) SUNAT deja de recibir 1,450 millones de soles. El MINEM de Gonzalez Toro & Chavez Cresta tampoco ha analizado como están cayendo las exploraciones, la reprogramación de las inversiones estimadas para este año o la cancelación de inversiones en cartera por la probable subida impositiva. Obviamente tampoco se sienten culpables de la desconfianza que genera su mala gestión y ya están organizando su viaje al evento mundial más importante de inversiones mineras, el PDAC en Toronto, certamen que han declarado de “interés” para el MINEM, auspiciado un enorme stand, y asegurado una nutrida delegación.