Las últimas semanas las noticias internacionales comentaban sobre las declaraciones del Presidente Trump de pedir acceso al gobierno ucraniano de sus riquezas minerales hasta por US$500,000 millones de dólares, a cambio del apoyo que Washington ha prestado a este país invadido por las fuerzas rusas.
Desde hace meses funcionarios ucranianos se habían reunido con allegados al Presidente Trump ofreciendo lucrativos acuerdos energéticos, y “deals” para explotar depósitos de litio y titanio. Esto sucedió después de que inversores norteamericanos comenzaron a mostrar interés en la riqueza minera de este país, que según un reporte del USGS (servicio geológico norteamericano) es un importante productor de mineral de manganeso y titanio, así como de esponja de titanio. Aporta el 15.7% de la producción mundial de rutilo y el 5.8% de ilmenita. Sin embargo, para el USGS, las plantas de ferroaleaciones ucranianas requieren energía barata para generar utilidades; sus minas de carbón y las refinerías de petróleo, una urgente modernización y el uranio que producen es insuficiente para satisfacer la demanda local.
Pero el gobierno ucraniano está decidido a suscribir un convenio con su homólogo norteamericano, para mejorar su posición estratégica frente al acuerdo de paz que se firmaría con Putin. Ucrania le está ofreciendo a los norteamericanos derechos mineros para explotar litio en zonas ocupadas actualmente por los rusos. Ucrania ya abastece con cerca del 1.7% de la producción mundial de grafito, este mineral junto con el litio son claves para la industria automovilística. Según The New York Times, Ronald S. Lauder, un rico amigo de Trump, se ha comprometido con Kiev para ofertar por un campo de litio ucraniano.
Zelenski le ha asegurado a Trump que tiene las mayores reservas de tierras raras en Europa. Estados Unidos tiene solo un 11.5% de la producción mundial y menos del 3% de las reservas mundiales; mientras que China extrae el 69% y posee el 49% de las reservas. Pero China procesa el 90% de estos minerales.
Trump ha amenazado con un posible arancel para el cobre, nuestro principal producto de exportación, sin embargo esta medida sería más estudiada según los entendidos, porque los yacimientos americanos están produciendo a costos elevados. Según el USGS, EEUU produjo 1.1 millones de toneladas de sus minas; mientras que nuestro país alcanzó las 2.7 millones de toneladas, detrás de la República Democrática del Congo, que ha pesar de su larga historia de guerras civiles y genocidios, superó a nuestro país en producción, en los últimos 2 años.
Estas noticias mundiales contrastan totalmente con nuestras políticas nacionales. Mientras que posiblemente Ucrania logre ventajas en su acuerdo de paz por recursos mineros por explorar; el gobierno peruano está decidido a comprar aviones por US$3,500 millones de dólares por una “posible” invasión chilena; sin analizar que el sur peruano y el norte chileno están produciendo el 40% del cobre que consume el mundo; por lo que la posibilidad de una guerra es prácticamente imposible, por su importancia geopolítica. Añadido al factor que el 60% de las reservas de litio mundial están en un triángulo formado por las fronteras de Bolivia, Chile y Argentina.
Como hemos mencionado en varias de nuestros blogs, todos los países están dando mucha importancia a ciertos minerales, críticos para el desarrollo tecnológico, mientras que nuestro servicio geológico nacional (INGEMMET), está “calculando” cuantas concesiones “ociosas” existen en nuestro país para cederla a la minería ilegal e informal, según sus notas de prensa.
INGEMMET no ha presentado un solo reporte sobre las reservas de cobre en nuestro país, su alta concentración en la región de Cajamarca, el agotamiento de nuestras minas del sur, sus desafíos metalúrgicos, la alta concentración de exportaciones a China, entre otros puntos clave para nuestra economía. Tampoco sobre otros minerales críticos, el deshielo en nuestras cordilleras, que están exponiendo afloramientos minerales, así como aumento en la generación de aguas ácidas; ni la necesaria recarga de acuíferos, clave para nuestra agricultura.