El discurso de la Presidenta Dina Boluarte trajo una frase para recordar “Tía María es una realidad”. Pero lo extenso del discurso, que se limitaba a describir la cartera pública  de planes y proyectos de los diferentes ministerios e instituciones públicas sólo hizo sospechar que la Presidenta no hace un seguimiento estrecho de los mismos. Lamentablemente demostró desconocimiento.

Sin embargo por primera vez se nota el impulso del MINAM de simplificar la maraña de sus disposiciones, a fin de acelerar la certificación ambiental de los proyectos, que estaba tomando 4 a 5 años. Los diferentes ministerios tendrán que revaluar la envergadura de sus proyectos para asignarlos a los diferentes procesos de certificación ambiental. Durante años la toma de muestras, las exploraciones y muchos proyectos que se ejecutaban en la misma huella ambiental eran demorados sin mayor razón porque no existía ningún impacto al ambiente. Asimismo, el MINAM planea reducir el plazo de admisión a trámite de los estudios ambientales, que llegaron alcanzar hasta 8 meses. Mientras que el MINEM permitió que se aumente en un 10% la capacidad de operación diaria. Esto era un pedido que tenía años, por las multas que recibían las empresas si pretendían recuperar en los días posteriores alguna parada que habían tenido por algún mantenimiento programado.

Temas como inteligencia artificial, economía circular, transición energética o minerales estratégicos están siendo mencionados en los discursos oficiales sin mucha profundidad, manifestando un desconocimiento de la trascendencia en la innovación por estas corrientes, en los próximos años, y los puestos de trabajo que se generarían.