Durante la presentación del libro MINPER editado por Global Business Reports se presentó una gráfica que sorprendió a muchos: en nuestro país se ubicaban más del 40% de los proyectos cupríferos paralizados del mundo, para ser más exactos 41%. La razón es conocida: la ineficiencia del Estado que durante los últimos años ha hecho muy poco para que se concrete esa inmensa cartera de proyectos que religiosamente publican constantemente.
El mayor error permanecer impasible ante el paulatino descenso de actividad exploratoria por rechazo de las comunidades y movimientos políticos locales, así como por mayores requisitos como consulta previa, opinión vinculante del ANA, e invasiones de minería informal.
Cajamarca es la región que alberga los mayores recursos cupríferos del país y donde recalaron también las empresas mineras más grandes del mundo. Newmont, que actualmente ocupa el 5to lugar en el ranking, inició Yanacocha hace 32 años. Era un tipo de yacimiento desconocido en nuestro país. Se conocía que estos yacimientos son de corta vida, por lo que se tenía “formar una cadena” de exploración-operación-cierre de varias minas, para mantener las producciones anuales. Todo iba bien hasta que la “cadena se rompió” porque no pudieron explotar Quilish y Conga fue paralizado en plena etapa de construcción. El gobierno de Humala, ante su fracaso, comentó que esto no iba a detener los otros proyectos!. Ningún otro proyecto de sus dimensiones se ejecutó en Cajamarca después de la paralización de Conga!
Rio Tinto, la segunda empresa minera más grande del mundo, adquirió La Granja, el mayor yacimiento cuprífero sin explotar de nuestra cartera, pero que tiene desafíos metalúrgicos. Decidió entonces construir una planta piloto para hacer estudios en un terreno de 5 hectáreas en Reque. Pero una turba enardecida los acusó de pretender contaminar, y nunca se construyó este centro de experimentación, donde muchos profesionales peruanos pudieron haber aprendido y ensayado procesos, que hubieran puesto al Perú, a la vanguardia en la metalurgia del cobre.
Ahora el país se queja de la minería informal, que prolifera por todas las regiones, construyendo “plantitas” cuya número, ubicación, dimensiones, volumen de descargas etc. nadie conoce, por lo que cada día tenemos más pasivos ambientales, que algún día se tendrán que remediar. Con REINFO o sin REINFO, esta situación va a continuar, porque según los expertos el precio del oro, seguirá subiendo. Se espera correcciones pero la tendencia será alcista.
Esperemos que el próximo gobierno no tenga ministros tan opacos como los que hemos tenido en los últimos años; y lejos de fusionar el MINEM con otros ministerios, lo divida en dos energía y minería. El tema energético siempre es un problema crucial en el país, ahora aún más con la quiebra de Petroperu. Mientras que el próximo ministro de minería se tendría que abocar a que exista sólo UNA minería en nuestro país, con exigencias ambientales y de seguridad, igual para todos. Su segundo encargo sería como lograr que en Cajamarca se vuelvan a construir grandes proyectos.
El Banco Mundial ha ofrecido un préstamo para modernizar nuestro servicio geológico nacional e implementar otras medidas como la Ventanilla Única, que para que realmente funcione, se necesitan grandes cambios en otras instituciones como el ANA, donde el nivel de sus profesionales no es el adecuado. Ante esto, el nuevo ministerio de minería debería legislar para que exista una “vía alternativa” con expertos que revisen y aprueben los estudios; y dirima ante demoras en otras instituciones opinantes.